Centro de Recursos Ministeriales "Sinaí"

ÍNDICE

Parte Seis
Eclesiología

Capítulo 71
La Organización de la Iglesia

La Iglesia del Nuevo Testamento estaba organizada. La Iglesia funcionó de acuerdo con un plan definido. Ella tenía miembros, oficiales elecciones, pastores, reuniones regulares, ordenanzas, contribuciones, cartas de recomendación, registros de viudas, y disciplina en la Iglesia. Las Iglesias en la Escritura son organizadas; ellas realizan la obra del Señor de una manera ordenada. "Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos" (1 Corintios 14: 33). El obrero cristiano bíblico evita el caos y la anarquía. Él oye las palabras del Apóstol que dijo: "Hágase todas las cosas con decencia y orden" (1 Corintios 14: 40).

I. Oficiales de la Iglesia

1. Ancianos. El oficio más alto en la Iglesia local del Nuevo Testamento era el anciano. (Hechos 14: 23, 15, 2, 4, 6, 22, 23, 16: 4, 20: 17, 21: 18, 1 Timoteo 5: 1, 17, 19, Tito 1: 5, Santiago 5: 14; (1 Timoteo 4: 14), supervisor (Hechos 20: 28, 1Pedro 5: 1, 2Juan 1, 3Juan 1), obispo (Filipenses 1: 1, 1 Timoteo 3: 1, 2, Tito 1: 7), presbítero (1 Timoteo 4: 14) 2), clérigo (Efesios 4: 11), y pastor (1Pedro 5: 2, 3, Hechos 20: 28) se refieren al mismo oficio en la Iglesia.

El oficio de anciano en la Iglesia del Nuevo Testamento es primero mencionado en Hechos 11: 30. "Lo cual en efecto hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo." ”Eligieron ancianos en cada iglesia” (Hechos 14: 23). Pablo instruyó a Tito que ordenara ancianos en cada ciudad. "Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieras lo deficiente y establecieras ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé:" (Tito 1: 5). Cada congregación tenía ancianos, y el número de ancianos casi siempre era plural.

Los edificios de las Iglesias no fueron erigidos hasta mediados del tercer siglo. Los servicios de las Iglesias se realizaba casi siempre en la casa de los creyentes. La Iglesia de Éfeso, donde Timoteo servía, por ejemplo, consistía de varios pequeños encuentros de la congregación en diversos hogares. Cada congregación era supervisada por los ancianos. En Mileto, Pablo encargó a los ancianos de estas congregaciones de Éfeso: "Por tanto, mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre." (Hechos 20: 28). Las calificaciones para el oficio de un anciano se listan en 1 Timoteo 3: 1-7, y Tito 1: 5-9. "Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; que no sea dado al vino ni amigo de peleas; que no sea codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); que no sea un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.. " (1 Timoteo 3: 1-7). "El anciano debe ser irreprochable, marido de una sola mujer, y que tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. Es necesario que el obispo sea irreprochable, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no amigo de contiendas, no codicioso de ganancias deshonestas. Debe ser hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen". (Tito 1: 6- 9) Pedro exhortó: " Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo, anciano también con ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria "(1Pedro 5: 1-4). Cristo es el principal Pastor, Obispo, y Supervisor de su Iglesia; los ancianos de las Iglesias locales sirven bajo su gobierno y le deben ser responsables.

La obra de los ancianos está relacionada con la enseñanza de la Palabra de Dios y la supervisión de la congregación. La habilidad para enseñar es una calificación necesaria para el anciano. La mayor diferencia entre la calificación del anciano y el diácono está en que a los ancianos se requiere la habilidad para enseñar mientras que a los diáconos no se hace tal exigencia. Pablo instruyó a Timoteo: "Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros." (2 Timoteo 2: 2). A los ancianos de Éfeso dijo: "sed aptos para enseñar (1 Timoteo 3: 2); que el anciano es el mayordomo de Dios (Tito 1: 7), y que él debe ser "retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. "(Tito 1: 9). Él se refirió a los ancianos "que trabajan en la palabra y en enseñar" (1 Timoteo 5, 17), y "quien os ha hablado la palabra de Dios" (Hebreos 13: 7). Los ancianos son mayordomos también de la congregación. Su trabajo es gobernar o supervisar el rebaño de miembros. Pablo dijo a los ancianos de Éfeso: "Espíritu Santo os ha puesto por obispos para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre" (Hechos 20: 28). Él dijo a Timoteo que los ancianos deben ser aptos para gobernar sus propios hogares, "(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?)" (1 Timoteo 3: 5). Él dijo: "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor" (1 Timoteo 5: 17). Pedro exhortó: "Apacienta el rebaño de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de él ..." (1Pedro 5: 2). El escritor de Hebreos aconsejó: "Acuérdate de los que gobiernan sobre vosotros, los cuales os hablaron la palabra de Dios" (Hebreos 13: 7), y "Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta e imitad su fe". (Hebreos 13: 17). Los ancianos también deben "ayudar a los enfermos" (Hechos 20: 35), y visitar a los enfermos y orar por ellos. (Santiago 5: 14-16.)

2. Diáconos. El segundo oficio en la iglesia del Nuevo Testamento era el de diácono. La palabra "diácono" es traducida de la palabra griega diakonos, aquel que sirve o ministra. Los diáconos son mencionados en Filipenses 1: 1, y en 1 Timoteo 3: 8- 13. "Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos" (Filipenses 1: 1). Pablo enumeró las calificaciones para el diácono: "Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino ni codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. Y estos también sean sometidos primero a prueba, y luego, si son irreprochables, podrán ejercer el diaconado. Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien a sus hijos y sus casas, porque los que ejerzan bien el diaconado, ganarán para sí un grado honroso y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús."(1 Timoteo 3: 8-13). Las calificaciones son las mismas de los ancianos, excepto en que de los diáconos no se requiere que enseñen.

Los diáconos colaboran con los ancianos en la obra espiritual y temporal de la Iglesia. Ellos sirven especialmente en la distribución de las limosnas a los pobres y de los cuidados temporales en las necesidades de la Iglesia. Aunque los siete hombres que fueron elegidos para ministrar a las viudas pobres de la Iglesia en Jerusalén (Hechos 6: 1-6) no se mencionan como diáconos, es posible que el oficio de diácono haya comenzado con la obra de éstos. Se debe notar que Esteban y Felipe, dos de los siete hombres escogidos, fueron importantes evangelistas. Las diaconisas, que ayudaban a los diáconos en sus obras, también servía en la Iglesia del Nuevo Testamento. Pablo describió Febe como una sierva (diakonos, diaconisa) de la Iglesia en Cencrea. (Romanos 16: 1.) Otras posibles alusiones a las diaconisas incluyen: Filipenses 4: 3; Romanos 16: 12; 1 Timoteo 3: 11.

II. Gobierno de la Iglesia

Muchos sistemas de política o gobierno de la Iglesia han prevalecido entre las Iglesias en el cristianismo. La política de la Iglesia se refiere al sistema mediante el cual una congregación local se gobierna mediante la autoridad de Cristo y designa la relación de la congregación con otras congregaciones dentro de la organización de la Iglesia. La política enfoca el sistema; el gobierno ya enfoca la autoridad dentro de este sistema. Algunos grupos, incluyendo los Cuáqueros y los Hermanos de Plymouth, rechazan todos los sistemas de gobierno de la Iglesia. Ellos sostienen que el gobierno y la organización de la Iglesia son innecesarios y pecaminosos. Algunos grupos que actualmente no tienen una organización externa formal son altamente organizados en la práctica. Aunque reconocidas como tales o no, algunos tipos de organización y gobiernos existen cada vez que las personas se unen para cualquier propósito específico.

Las tres formas primarias del gobierno o política de la Iglesia son la política Episcopal, la política Presbiteriana, y la política Congregacional. La política episcopal es gobernada por los obispos; la política Presbiteriana es gobernada por los ancianos; la política Congregacional es gobernada por los propios miembros.

1. La política episcopal. La política episcopal constituye a los obispos en el gobierno de la Iglesia en por tres órdenes de ministerio: obispos, sacerdotes, y diáconos. Los miembros de la Iglesia no comparten su gobierno. La mayor autoridad es investida en un grupo de obispos. Este sistema sostiene que Cristo confió al gobierno de la Iglesia el orden de los obispos y que hoy los obispos se colocan en "sucesión apóstólica" desde los apóstoles hasta el tiempo presente de una forma directa en inquebrantable. Las variaciones y modificaciones de este tipo de gobierno han sido adoptadas por muchos grupos de Iglesias. La política de la Iglesia Católica Romana es en definitiva el sistema episcopal. En el Catolicismo Romano, se convirtió en un tipo monárquico de gobierno.

"El sistema católico romano pretende abarcar, no sólo los sucesores de los apóstoles, sino también un sucesor de Pedro, de quien dicen poseer la primacía entre los apóstoles, y del cual el sucesor es reconocido como representante especial de Cristo. La Iglesia de Roma es en naturaleza de absoluta monarquía, bajo el control de un infalible Papa, que tiene el derecho de determinar y regular la doctrina, la adoración y el gobierno de la Iglesia. Por debajo de él están las clases y órdenes inferiores, a las que la gracia especial es concedida, y de los cuales la obligación es el gobierno de la Iglesia en plena sumisión a sus superiores y al supremo Pontífice. El pueblo no tiene absolutamente voz en el gobierno de la Iglesia. "(Berkhof, op. Cit., Pág. 580).

2. La política Presbiteriana. La política Presbiteriana es el gobierno de la Iglesia por los presbíteros o ancianos. Una diferencia se hace entre los ancianos que gobiernan y los ancianos que enseñan. Así como la política episcopal asemeja una monarquía secular, y la política congregacional una simple democracia, la política presbiteriana es moldeada de una forma representativa o republicana de gobierno secular. La congregación local es gobernada por una sesión o consistorio, que consiste en ministro o ministros y ancianos de la Iglesia local. Las congregaciones locales dentro de un cierto distrito son gobernadas por una asamblea conocida como el presbiterio o superiores que consiste de todos los ministros dentro de las fronteras y un anciano de cada congregación. (Los superiores consisten de un ministro y un anciano de cada congregación.) La asamblea o corte por encima del presbiterio es el sínodo, que consiste en un número igual de ministros y ancianos de cada presbiterio o superiores incluidos en el área gobernada por el sínodo. La asamblea general para toda la organización está compuesta de una delegación igual de ministros y ancianos de cada uno de los presbiterios. La política Presbiteriana ha sido adoptada por los Presbiterianos, los Reformados, y algunas Iglesias Evangélicas.

3. La política Congregacional. La política Congregacional es el gobierno de la Iglesia hecho por los propios miembros. Toda la autoridad es investida en los miembros de la congregación local. Los oficiales locales son elegidos por los miembros y estos oficiales gobiernan de acuerdo con el deseo de la mayoría de los miembros. Cada congregación local es autónoma; se administra dentro del límite de su propio grupo. Las congregaciones locales se unen en distritos u organización general con el propósito de cooperación en el trabajo misionero. Las acciones del distrito y de las organizaciones generales son solamente consultivas; no son obligatorias sobre la congregación local. La Iglesia local es la autoridad final en los asuntos de doctrina, adoración, y gobierno. Las denominaciones Bautista, Los Discípulos de la Iglesia de Cristo, Las Iglesias Congregacional-Cristiana, y los Adventistas están entre las muchas denominaciones que han adoptado la política Congregacional.