La llegada del Mesías fue predicada. Los hombres esperaban su aparición; ellos sabían que él había de nacer. Dios planeó para la salvación del hombre, y por las profecías registradas en la Biblia, reveló la figura de un hombre Salvador que había de venir. La figura es gradualmente revelada en la Palabra de Dios. Cada profecía adicional contiene un nuevo detalle, haciendo la promesa del Salvador más definida y clara.
Génesis 3: 15 La simiente de la mujer
Génesis 9: 26 La simiente de Sem
Génesis 12: 3 La simiente de Abraham
Génesis 17: 18, 19 Linaje de Isaac
Génesis 28: 13, 14 A través de Jacob
Génesis 49: 10 Tribu de Judá
2 Samuel 7: 12-16 Casa de David
Isaías 9: 6, 7 Nacido de una virgen
Miqueas 5: 2 Ciudad de Belén
Lucas 1: 32, 33, 35 Hijo de Dios
Si alguien hubiese estado en el Jardín del Edén después del pecado de Adán y Eva, éste podría preguntar: ¿Qué medio usará Dios para traer salvación a la humanidad? ¿Cómo puede la raza humana ser liberada del pecado y sus consecuencias? ¿Puede el hombre ser salvo por palabras mágicas? ¿Lavándose en un río sagrado? ¿Escalando una escalera de oro? Tomando ciertos remedios médicos? ¿Bebiendo de una fuente de agua mágica? Ofreciendo un sacrificio de animal? ¿O torturándose? ¿Sería el rescatador un conquistador de otro planeta, o un ángel del cielo, o un miembro de la raza humana?
La primera promesa del Mesías fue dada en el Jardín del Edén después de que Adán y Eva pecaron. Dios le dijo a la serpiente: "enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar" (Génesis 3: 15). Esta profecía reveló que el hombre sería liberado del pecado y sus consecuencias por la Simiente de la mujer, un miembro de la raza humana. La semilla de la mujer pisaría la cabeza de la serpiente, pero la serpiente heriría su talón. El Mesías debería morir, pero él se levantaría para la inmortalidad y recibiría las llaves de la muerte y del sepulcro. Él gobernaría sobre todos los enemigos, incluyendo la serpiente que estaría bajo sus pies.
"Bueno," alguien podría observar, "esta profecía podría referirse a casi todos los hombres. Todos los hombres son descendientes de Eva, la madre de la raza humana. "La simiente de la mujer, sin embargo, se refiere a una persona específica, como las profecías en secuencia revelan. Cada profecía adicional describe de forma más definida a aquellos que actuaría la obra de salvación.
Durante el Diluvio, todos, excepto Noé y su familia, fueron destruidos. En el Génesis 9: 26 leemos: "Y le dijo, bendito sea el Señor Dios de Sem." Este verso indica que el Mesías nacería de la raza humana, sería un descendiente de uno de los tres hijos de Noé. El Mesías vendría de la familia de Sem.
La promesa se volvió más definida en Génesis 12: 3. Este verso registra la promesa de Dios a Abraham, uno de los descendientes de Sem: "serán benditas en ti todas las familias de la tierra." El Mesías sería de la semilla de Abraham (Gálatas 3: 16), y a través de él todas las familias de la tierra serían bendecidas.
Génesis 17: 18, 19 revela que el linaje del Mesías vendría por Isaac, no Ismael. Génesis 28: 13, 14 muestra que la promesa de la bendición sería a través de Jacob. Jacob tuvo doce hijos. ¿De qué hijo descendería el Mesías? Cerca de su muerte Jacob bendijo a Judá proféticamente: "No será quitado el cetro de Judá ni el bastón de mando de entre sus pies, hasta que llegue Shiloh; a él se congregarán los pueblos." (Génesis 49: 10). La palabra Shiloh significa Paz y es profética en cuanto al Mesías que es el Príncipe de la Paz. Este verso muestra que el Mesías sería nacido de la tribu de Judá.
Dios hizo un pacto con David, un descendiente de Judá, de que su simiente iba a reinar sobre Israel para siempre. (2 Samuel 7: 12- 16.) El Mesías sería de la simiente de David. (Mateo 1: 1, Lucas 1: 32, 33.)
Cada profecía que se refiere al Mesías se vuelve más definida que las precedentes. Cada predicción adicional elimina un vasto número de hombres que podrían ser calificados como remedio para el hombre. Isaías 9: 6, 7 revela que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel. Isaías 7: 14 indica que el Mesías sería nacido de una virgen. Miqueas 5: 2 muestra que él nacería en Belén. Lucas 1: 35 predice que el Mesías se llamará Hijo de Dios: "por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios." Jesús es el Hijo de Dios y el Hijo del Hombre, Él es apto para ser Sacrificio, Mediador, Señor y Rey. Cada predicción dibuja detalles adicionales en el retrato profético del Mesías. Estando así presentado, ¿cómo podría la humanidad fallar en reconocerlo?
La Biblia contiene muchas profecías del nacimiento de Jesús, ministerio, muerte, resurrección, y reino venidero. Profecías que hablan de su primera venida se cumplieron aún en los más pequeños detalles; profecías con respecto a su segunda venida de la misma forma se van cumpliendo.