La Biblia describe la vida cristiana como el camino (Mateo 7: 14, Juan 14: 6, Hechos 9: 2, 19: 23, 22: 4, 24: 14, 22), y figura al cristiano viviente como quien anda en el camino. El andar cristiano es andar en "novedad de vida" (Romanos 6: 4), "no según la carne, sino según del Espíritu" (Romanos 8: 4), "andando como de día" (Romanos 13: 13), (2 Corintios 5: 7), "en el Espíritu" (Gálatas 5: 16, 25), “en buenas obras” (Efesios 2: 10), "digno de la fe (Efesios 4: 1), "en amor" (Efesios 5: 2), "como hijos de la luz" (Efesios 5: 8), "dignos del Señor" (Colosenses 1: 10), (Colosenses 2: 6)," dignos de Dios "(1 Tesalonicenses 2: 12),"agradables a Dios "(1 Tesalonicenses 4: 1)," en la luz" (1 Juan 1: 7), "cómo él anduvo." (1 Juan 2: 6), "en la verdad" (2Juan 4), y con Cristo "vestidos de blanco" (Apocalipsis 3: 4).
El caminar del cristiano se basa en su relación con Cristo. "Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu" (Gálatas 5: 25). El creyente anda "en un camino estrecho" y mantiene buenas obras por la gracia de Dios y el poder de Cristo. El cristiano no puede caminar por sus propias fuerzas. Por el sacrificio de Cristo, el creyente puede permanecer delante de Dios en suelo santo. A través del poder de Cristo, él es apto para caminar sobre este suelo santo. La posición se refiere a la postura legal del creyente ante Dios. El caminar se refiere a sus actividades y conducta.
El cainar cristiano incluye actividades como oración, estudio bíblico, vencer tentaciones, presencia en la Iglesia, buen ciudadano, siendo un extraño y peregrino, testimoniando para Cristo, etc. Sin embargo, una persona no es un cristiano simplemente por orar, leer la Biblia, ir a la Iglesia, y ser buen ciudadano. Una persona es un cristiano porque está relacionado a Dios por Cristo de forma adecuada. Aunque se ore, se lea la Biblia, y se vaya a los cultos en la iglesia, no se es un cristiano a menos que se tenga una relación de redención con Dios a través del sacrificio de Cristo. Los diversos factores incluidos en el piso cristiano deberían ser vistos partiendo de la vital relación del cristiano con Cristo. La conversión es el proceso mediante el cual el creyente establece contacto con su glorioso Señor. El vivir cristiano es el resultado normal del funcionamiento de esta relación. Jesús dijo: "Sin mí nada podéis hacer" (Juan 15: 5).
Los cristianos viven en justicia y son cautelosos en mantener buenas obras no para ser redimidos, sino porque son redimidos. Hacen el bien no para que puedan ser justificados, sino porque son justificados. Andan en el camino cristiano no para que puedan permanecer en suelo santo, sino porque ya están en suelo santo. Las obras de Dios no son precios para adquirir la salvación; son las ofertas de gratitud. Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero. Vivimos para él porque hemos experimentado su gracia y misericordia. Lo que Cristo hizo por nosotros se hace la influencia motivadora para que hagamos lo que debemos hacer por Cristo. Los primeros tres capítulos de Efesios nos cuentan lo que Cristo hizo por nosotros; los últimos tres capítulos dice lo que debemos hacer por Él. La primera mitad habla de la postura del creyente y cómo se pone sobre Cristo; la última mitad habla del andar y combate del creyente en Cristo. El colocar y sentarse es las posiciones inactivas, el andar y combatir denota movimiento de actividad muscular. Las dos secciones de Efesios están interconectadas por la conjunción, "por lo tanto”, en Efesios 4: 1. “Por lo tanto, yo prisionero del Señor, os ruego que andéis como es digno de vuestra vocación con la que habéis sido llamados”. Cristo se fundamenta en lo que ha hecho por nosotros. La postura del creyente en suelo santo delante de Dios es la base para el nuevo caminar. Agradar a Dios y mostrar consideración por la salvación son motivos del andar Cristiano. Cediendo al señorío de Cristo y su poder que habita interiormente es un método de encontrar este andar. El seguir las instrucciones de Cristo y caminar con él constituye la manera del andar Cristiano.
El caminar cristiano incluye toda la área de la vida personal. "Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres" (Lucas 2: 52). El crecimiento de nuestro Señor era mental (sabiduría), físico (estatura), espiritual (gracia de Dios), y social (favor del hombre). El creyente también debería experimentar cuatro formas de crecimiento. El hijo de Dios debería ser como Cristo en cada área y relación de su vida.
1. Relación con Dios. La relación cristiana con Dios incluye los importantes factores de adoración, oración, estudio bíblico, amor por Dios, confianza, obediencia, y humildad.
2. Relación consigo mismo. Al caminar en el camino cristiano, el creyente se ve como un hijo de Dios. Él pertenece a Dios porque busca glorificar a Dios en su cuerpo y mente. (1 Corintios 6: 19, 10.) Da a su cuerpo los cuidados apropiados de alimentación, descanso, ejercicio, e higiene. Como un hijo de Dios, tiene respeto propio. Busca desarrollar su mente y personalidad y busca usar su tiempo, talentos y posesiones de una manera correcta.
3. Relación con el pecado. En el suelo cristiano, el creyente se enfrenta a pruebas. La tentación no es pecado en sí. La tentación se convierte en pecado al ceder a ella. El creyente puede vencer la tentación teniendo su mente y corazón llenos de la palabra de Dios, dependiendo del poder victorioso de Cristo, y destronando la tentación con las obras de justicia. El creyente debe confesar sus propios pecados y perdonar el pecado de los demás. Los pecados de los cristianos son perdonados por la sangre de Jesucristo—el Abogado. (1Juan 2: 1, 2.) La responsabilidad del cristiano está en confesar sus pecados a Dios y aceptar su perdón. (1Juan 1: 7- 9).
4. El mundo. Los cristianos no son del mundo. (Juan 15: 19, 17: 16). El mundo está crucificado para ellos. (Gálatas 6: 14.) Ellos no aman el mundo, ni las cosas que en el mundo hay. (1 Juan 2: 15). (Juan 8: 23, Romanos 12: 2, Efesios 2: 2, 12, 5: 11, Filipenses 3: 19, 20, Colosenses 3: 2, Santiago 1: 27, 4: 4, 1Juan 2: 15-17; 4: 4, 5, 19.) "Por lo cual, Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso." (2 Corintios 6: 17, 18). Los cristianos son extraños y peregrinos en el mundo. (1Pedro 2: 11, Hebreos 11: 13- 16.) Los cristianos son odiados por el mundo y perseguidos por él. (Juan 15: 18-20, 16: 33, 17: 14-16, 1Juan 3: 13, 4: 4-6).
5. La masa de la humanidad. El cristiano, en relación a la masa de la humanidad, busca "hacer el bien a todos los hombres" (Gálatas 6: 10). Se convierte en el canal a través de quien Cristo puede mostrar su amor por la humanidad. El hijo de Dios busca aliviar el sufrimiento, el hambre, la ignorancia, y la soledad que experimenta la humanidad. Él tiene compasión por el perdido. Se hace un evangelista personal, un testigo para el evangelio. Él obedece el mandamiento del Señor, "Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16: 15). El cristiano es la "sal de la tierra" (Mateo 5: 13), y la "luz del mundo" (Mateo 5: 14- 16, Filipenses 2: 15, 16, 1 Pedro 2: 9). Él es una "carta viva" leída por los hombres (2Corintios 3: 2, 3), un embajador de Cristo. (2 Corintios 5: 20).
6. Gobiernos Terrenos. Nuestro Señor hizo separación entre su iglesia y el estado cuando dijo, "Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios (Mateo 22: 21). El cristiano es un buen ciudadano, paga sus impuestos, y ora por aquellos que están en autoridad. (Romanos 13: 1-7, Tito 3: 1, 1Pedro 2: 13-15). "Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que tienen autoridad, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad." (1 Timoteo 2: 1, 2). Cuando las leyes de Dios entran en conflicto con las instrucciones de Dios, el cristiano debe obedecer a Dios más que a los hombres e incluso morir por Cristo. (Hechos 4: 19, 5: 29).
7. El hogar cristiano. En cuanto a su familia, el creyente que parado sobre suelo cristiano busca mantener un hogar cristiano. Cristo es exaltado como la cabeza del hogar. Las enseñanzas de la Biblia determinan la base y la naturaleza de la vida familiar. Adoración, oración, y estudio bíblico ocupan un lugar importante dentro del hogar. "Honroso sea en todos el matrimonio y el lecho sin mancilla..." (Hebreos 13: 4). El estado de soltero, contraria a la enseñanza romana, no es superior al estado de casado. Pablo advirtió que "...en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, de hipócritas y mentirosos, cuya conciencia está cauterizada. Estos prohibirán casarse y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participaran de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad... "(1 Timoteo 4: 1- 3). El que está casado puede obtener un escalón de espiritualidad mayor que el que está soltero. El sexo, como se expresa en el matrimonio, no es pecaminoso sino que es permitido por Dios. Es un medio de expresar el verdadero amor entre esposa y marido. Al caminar según el camino cristiano, cada miembro de la familia seguirá las instrucciones dadas en la Biblia concernientes a él mismo. La Biblia da instrucciones a los maridos (1 Pedro 3: 7, Colosenses 3: 19, Efesios 5: 25, 28- 33, 1 Corintios 11: 3, 7: 3-6), a las esposas (1 Pedro 3: 1-6; (2: 4, 5, 1 Corintios 7: 3- 6, 11: 7- 12), a los padres (Efesios 6: 4, Colosenses 3: 21, 1 Tesalonicenses 2: (1 Timoteo 5: 8, Lucas 11: 11- 13, 2 Corintios 12: 14, Proverbios 13: 24, 22: 6, 29: 15, 1 Timoteo 3: 4, 5, 12, Tito 1: 6, Hebreos 12: 7; (Salmos 103: 13), y a los hijos (Efesios 6, 1- 3, Colosenses 3: 20, Eclesiastés 12: 1).
8. Cristianos compañeros. Los cristianos alentarán, exhortarán y serán ejemplos unos con otros. (1 Timoteo 4: 12.) Ellos se amarán unos a otros. (Juan 15: 12, 1Juan 3: 14.) Se perdonarán unos a otros. (Efesios 4, 32). Ellos llevarán la carga los unos de los otros. (Gálatas 6: 1- 5.) "... Por tanto, si hay algún consuelo en Cristo, si algún estímulo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por rivalidad o por vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. No busquéis vuestro propio provecho, sino el de los demás."(Filipenses 2: 1-4) Los creyentes se reconocen como miembros de un cuerpo. (Romanos 12: 3- 13, 1 Corintios 12: 12- 27.) "con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz." (Efesios, 4, 2, 3).
9. La Iglesia. El creyente que mantiene el caminar cristiano asistirá a la iglesia regularmente. "No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca" (Hebreos 10: 25). El amor, el compañerismo, y los servicios del cristiano se pueden encontrar en las relaciones sociales que se expresan en los cultos, actividades y obras de la iglesia. El creyente contribuirá según Dios lo hace prosperar para dar sustento financiero a la obra del Señor. (1 Corintios 16: 2, 2 Corintios 9: 6, 7.) La Biblia presenta el diezmo (una décima de los ingresos) y las ofrendas básicas como método sistemático para el apoyo de la obra del Señor. (Génesis 14: 20, Hebreos 7: 2-6, Génesis 28: 22, Mateo 23: 23, Lucas 11: 42, Malaquías 3: 8, 10.) El creyente usará sus talentos voluntariamente al servicio del Señor. (Romanos 12: 3-8, Efesios 4: 7, 11 a 16.)
10. Caminando según Dios responde a las oraciones. El creyente que se coloca delante de Dios en Cristo y anda en amistad junto a él está "donde Dios responde la oración." Jesús dijo: "Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho." (Juan 15: 7). La oración es la respuesta a toda situación y la solución a todo problema. La oración proporciona la respuesta porque es la expresión devocional del contacto del creyente con la persona que es la respuesta. La respuesta a los problemas no es solamente acerca de qué, sino también a quién. La respuesta a los problemas no es tanto qué, sino quién. La oración es la pregunta porque Cristo es la respuesta. La oración es la respuesta a cada pregunta y la solución a cada problema. La oración proporciona la respuesta porque es la expresión devocional del contacto del creyente con la persona que es la respuesta. La oración del creyente abre las puertas cerradas, elimina las barreras y derriba los bloqueos porque permite a Cristo realizar sus gloriosas obras. La oración proporciona la respuesta a los problemas de la vida no solo por el hecho de la oración, sino por la relación subyacente de oración entre el creyente y Dios a través de Cristo. Por lo tanto, la oración efectiva no resulta del volumen, cantidad de palabras, tiempo o lugar de la oración; Sino el resultado del reconocimiento de esta relación redentora. Los creyentes que reconocen sus relaciones con Dios a través de Cristo no centralizan la atención sobre sí mismos; sino sobre Dios. Ellos no ponen sus ojos en su propia oración; ellos mantienen los ojos dirigidos a quienes están orando. No son egocéntricos sino que se centran en Dios. En la oración tienen su conciencia en Dios, no en sí mismos. Algunos hombres creen que orar es difícil y decepcionante. Oran pero reciben en respuesta solamente el eco de sus voces. Aunque tienen oraciones persistentes, las peticiones permanecen sin respuesta y los problemas permanecen sin solución. Ellos están fallando en el reconocimiento de la relación redentora de Dios a través de Cristo que hace posible la eficacia de la oración.
La oración por parte de los incrédulos es como intentar bombear agua de un pozo casi vacío haciendo uso de una vieja y oxidada bomba. La oración por parte de los creyentes que mantienen una amistad viva y amable hacia Dios a través de Cristo es como el fluir del agua de una montaña con una fuente inagotable, un pozo artesiano, o un poderoso Niágara. Alguien podría transmitir por un micrófono de la radio, pero a menos que el ingeniero abra la llave apropiada, nadie podrá oír su voz. Un botánico del mar podría caminar por el lecho del océano usando su equipo de buceo, pero no podría respirar a menos que sus compañeros de superficie mantengan su suministro de oxígeno. Un tranvía eléctrico puede estar lleno de pasajeros, el operador puede estar en su control, y el cobrador puede contar su dinero, pero no pueden viajar sobre los carriles, a menos que se conecte la electricidad. De manera similar, los creyentes podrían orar sin cesar, las iglesias pueden tener días de oración, y las congregaciones pueden orar durante toda la noche, pero las oraciones no alcanzarán alturas mayores que el el techo de la iglesia a menos que el contacto esté establecido con Dios a través de su hijo, Jesucristo.
El contacto redentor con Dios puede ser establecido solamente a través de su Hijo Jesucristo. Cristo es el único Salvador; el Cristianismo es el único camino hacia Dios. Cristo es la única puerta al trono de la gracia de Dios, él es el único eslabón entre Dios y el hombre. Si los hombres lo ignoran, no hay otro camino por el cual ellos puedan tener una relación satisfactoria con Dios. La fe es el acto y actitud a través de la cual el hombre establece contacto con esta gloriosa persona. La oración eficaz resulta del funcionamiento normal de esta amable relación. La oración opera por tanto, porque permite a Cristo operar. La oración cambia las cosas porque permite que Cristo cambie las cosas. La oración cambia a las personas porque permite que Cristo entre en sus vidas y las transforme de acuerdo con su glorioso propósito. La oración resuelve los problemas porque trae a quien ora hacia una posición requerida mediante la cual Cristo puede trabajar en su vida.
¿Está usted viviendo donde Dios puede responder a la oración?
¿Habita usted en él? de modo que pueda esperar en el nombre de Jesús, por una respuesta cuando ora?
Está usted seguro de que nada puede impedir su bendita comunión allí; cuando de rodillas delante del trono, Hace sus peticiones, ¿Estás viviendo donde Dios responde la oración?
Sra. H. Lehman.